Las vistas del atardecer son siempre especiales. Es un momento del día que me hace estar alerta observando el cielo para no perderme el espectáculo único que nos regala la naturaleza.

Cuando estoy en mi casa siempre veo el ocaso desde el mismo lugar, desde mi balcón y siempre son bellas y diferentes cada una, pero en esta ocasión en que estaba cerca del mar no quise perder la oportunidad de acercarme a la orilla de la costa para poder disfrutar de la unión de ambas vistas del cielo y mar, que refleja esa intensidad de colores del sol en el horizonte sobre las aguas del mar.

Aunque no tenía el mejor ángulo para ver la puesta de sol, ya que estaba parcialmente oculta detrás de la vegetación, aun así, disfrute de la tranquilidad y la paz que siempre se siente a esa hora. Me parece que en ese momento todo es más silencioso y tranquilo, como si el día se tomara una pequeña pausa.

El mar estaba en calma y en el agua había dos pequeños botes, Imagino que esa es una buena hora para la pesca, dado que el ambiente es tan apacible. Este lugar es una zona urbana rodeado de viviendas y que también coincide con la desembocadura del río Quibú y aunque se limpian los alrededores y la costa con frecuencia, cada vez que vengo no puedo evitar sentir incomodidad al ver que, a pesar de estos esfuerzos, el área sigue acumulando algunos desechos y escombros cerca del mar.

Intenté tomar fotos procurando que no saliera la basura en el suelo, pero no lo logré del todo. Aun así, la vista del mar es siempre hermosa, y a esa hora del día las sombras del atardecer le dan un toque mágico que lo embellece todo.

Siempre disfruto estar junto al mar, es uno de los lugares donde más a gusto me siento, y si a eso le sumo la magia del atardecer, es un gusto doble.

Un Saludo a todos en esta comunidad de Paseo de Miércoles, espero que hayan disfrutado del paseo.